En una ocasión una madre de tres hijos me visitó en mi consulta y me dijo; “Mario ¡me cambiaron a mi hijo!. Desconcertado le pregunté; “¿a qué te refieres? ¿cómo es eso posible?”, ella me contestó; “antes tenía un hijo que me obedecía, que me veía como a alguien a quien admiraba, y sobre todo, un hijo con quien podía pasar días enteros y no teníamos ningún problema importante. Pero ahora todo cambió, ¡se convirtió en adolescente!, no quiere pasar tiempo conmigo y cuando lo hace es común que terminemos en una discusión. Dime Mario ¿qué le pasó a mi hijo? ¿quién me lo cambió?”
Para quienes aún no tienen hijos en la adolescencia esto puede sonar exagerado, o al menos incomprensible. Para quienes tienen hijos en dicha etapa podrá resultarles familiar o incluso se podrán identificar con la forma de sentir de esta señora.
La adolescencia es una etapa de cambios fisiológicos, psicológicos, sociales y espirituales. Algunos niños presentan señales de dicho cambio desde edades tan tempranas como los 9 o 10 años cuando inicia la pubertad, y algunos padres pueden notar sus signos hasta los 23 o 25 años de edad de los hijos.
La adolescencia trae desafíos tanto para los padres como para los hijos, y presenta riesgos que en la infancia no suelen manifestarse. Es común ver un aumento en los conflictos con los padres, con los profesores, con los amigos y con la sociedad en general. Aún así, es necesario señalar que la gran mayoría de los adolescentes goza de una buena salud mental y una buena relación con su entorno, por lo que no debemos de confundir conflicto con patología o trastorno.
Sexo, drogas, independencia, creencias filosóficas y espirituales, así como una búsqueda de flexibilidad en las reglas es parte de lo que los papás con adolescentes tendrán que aprender a afrontar.
Por ello, resulta esencial que los papás de adolescentes, así como los profesionistas que trabajan con ellos, puedan contar con conocimiento y estrategias que les permitan guiar y relacionarse apropiadamente con los chicos, a la vez que ayudarles a transitar por dicha etapa con seguridad y prospección en la vida.
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